Recorrido por la Reserva de la Biosfera Tehuacán Cuicatlán - SUSTENTUR

Recorrido por la Reserva de la Biosfera Tehuacán Cuicatlán

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A cuatro horas de la Ciudad de México se encuentra la Reserva de la Biosfera Tehuacán Cuicatlán, una gran área protegida que contiene una inmensa riqueza florística donde abundan especies endémicas, es decir, especies que solo habitan en esta parte del planeta. En la Reserva viven alrededor de 130 mamíferos como puma, gato montés y venado cola blanca y aproximadamente 340 especies de aves como búhos y murciélagos, 78 especies de reptiles y cerca de 3000 especies de plantas. La Reserva no solo es importante por su amplia riqueza biológica, sino que también cuenta con características geológicas, históricas y culturales que la hacen perfecta para una visita turística responsable para todos los interesados en conocer un espacio de conservación.

Al llegar a la Reserva, abundan los paisajes con cactus columnares, inmensos árboles tubulares que producen unos botones de flores llamados cacallas o tetechas que pueden degustarse en el Restaurante Itandehui en Zapotitlán. La ricas flores que se preparan con mantequilla o al gusto, también sirven de alimento para los murciélagos, que beben el néctar de las flores para realizar la polinización. Existen varias cuevas que pueden visitarse en compañía de los guías comunitarios, para admirar al amanecer cómo aproximadamente 50 mil murciélagos regresan a sus hogares después de alimentarse del néctar de diferentes cactáceas y agaves.
Otra de las características peculiares de la Reserva es que se encuentra en una porción que dividía a México en dos hace 100 millones de años; esta parte de nuestro país estaba sumergida en el mar donde existían arrecifes y animales de concha. Es gracias al científico Alfonso Valiente Banuet, del Instituto de Ecología de la UNAM, que conocemos estos datos. El ecólogo lleva 32 años estudiando la zona y actualmente se encuentra trabajando en un proyecto de producción sustentable de mezcal en la Reserva.
La pequeña comunidad de San Juan Raya, que pertenece al municipio de Zapotitlán Salinas, se ha organizado para ofrecer diferentes actividades turísticas. Las autoridades de la comunidad, que cuenta con aproximadamente 300 habitantes, se eligen por “usos y costumbres” lo que permite ceder el cargo al paso de un año. Esto ha permitido que los habitantes sepan guiar a los visitantes por diferentes senderos y ser los responsables del Museo Comunitario Paleontológico de San Juan Raya.

Para llegar al museo, los pobladores diseñaron una caminata través de senderos interpretativos que preservan los fósiles y la riqueza biológica. En el camino se pueden observar enormes ejemplares de biznagas y cactáceas columnares. Al adentrarse en la zona acompañado de un guía capacitado por la comunidad, es posible ver fósiles marinos de animales de concha y estrellas de mar, como pequeños caracoles que evidencian la gran historia que posee el lugar. Los guías les comunicarán que no es posible llevarse estos tesoros históricos, así que si tienen la suerte de encontrarse uno déjenlo en su lugar para que otra persona pueda tener la misma experiencia.
El museo cuenta con una gran colección de fósiles marinos y huellas de dinosaurios, moluscos, crustáceos y cuernos de alce. El espacio también cuenta con herramientas y cerámica de la cultura Popoloca. Hace pocos años los pobladores encontraron en la zona un esqueleto de un mamífero prehistórico conocido como Gliptodonte, el cual esperan que sea limpiado por el INAH para que después pueda exponerse en el museo que actualmente cuenta con tres salas de exhibición.

Otro de los atractivos de la zona es el Jardín Botánico Helia Bravo Hollis, ubicado en el kilómetro 1.5 de la carretera Tehuacán – Huajuapan. El espacio cuenta con cabañas rústicas y espaciosas ideales para amanecer en medio de la naturaleza. A través de senderos interpretativos, se pueden observar 53 diferentes especies de cactáceas en su entorno natural, algunas de ellas endémicas o en peligro de extinción. El espacio cuenta con una torre de observación de aves, que sirve también como un perfecto mirador para admirar la riqueza de la región y los paisajes llenos de cactáceas y pequeños montes.
Recomendamos mucho degustar la comida regional en el Restaurante Itandehui, donde podrán probar diferentes tipos de mezcal como tobalá y pitzometl para acompañar platillos exóticos de gusanos como cuchamá al ajillo, teschal al vapor, cocopaches y gusanos de maguey. En su visita no pueden dejar de probar los deliciosos botones de flores preparados en exquisitos platillos como tetechas a la mexicana, arroz con cacallas, omelette de palmitos y desayuno con tempesquistles.
Texto: Rosi Amerena
 

Alianza por el Turismo azul

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