Muestra arrecife mesoamericano "leve mejoría" en 10 años de conservación - SUSTENTUR

Muestra arrecife mesoamericano "leve mejoría" en 10 años de conservación

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La salud del Sistema Arrecifal Mesoamericano, (SAM) la segunda barrera coralina más grande del planeta presenta una leve mejoría, de acuerdo con el Reporte 2018 presentado por la Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (Healthy Reefs Iniciative, HRI). De acuerdo, se registra una leve mejoría en la salud del arrecife con una calificación que pasó de “Pobre” en 2012 a “Regular” en el último año.
El reporte se basa en un nuevo estudio de 319 sitios de arrecifes de coral a lo largo de 1000 km de las costas del Caribe de México, Belice, Guatemala y Honduras, que fueron monitoreados para obtener cobertura de corales vivos, cobertura de macroalgas carnosas, biomasa de peces herbívoros (loro y cirujano) y biomasa de peces comercialmente importante (pargos y meros).

Melina Soto, coordinadora de Healthy Reefs Iniciative en México

La presentación del Reporte 2018 estuvo a cargo de Melina Soto, coordinadora de HRI en México quién destacó la labor de las 69 organizaciones socias que trabajan para hacer la diferencia en el manejo y sostenibilidad del SAM.
Entre los principales hallazgos del Reporte 2018 destaca que el puntaje general del SAM para el Índice de Salud Arrecifal en 2018 fue ‘regular’ (2.8), en una escala de ‘crítico’ (1) a ‘muy bueno’ (5), permaneciendo igual al reportado en 2015; pero mostrando una lenta mejoría en una década desde 2006: (2.3) de una condición ‘mala’ a ‘regular’ (2.8) en 2018.
Entre los 319 sitios arrecifales monitoreados, solamente el 1% estaba en condiciones ‘muy buenas’ y el 13% en ‘buena’, los demás se encontraron en estado crítico a regular.
Honduras tiene el índice más alto de salud arrecifal (3.0), seguido de Belice y México (2.8) y Guatemala (2.0).
Tres de los cuatro indicadores mejoraron ligeramente en esta década de datos, incluida la cobertura coralina (18%), peces herbívoros (2.731 g/100m2) y peces comerciales (909 g/100m2).
El único indicador que empeoró con una clasificación ‘mala’ es el de macroalgas carnosas, ahora un 23%, contra el 12% en 2006. Esta proliferación es preocupante ya que peligra la salud del ecosistema entero.
El aumento en la cobertura de coral incluyó especies que son importantes para la construcción de arrecifes y la protección costera. Asimismo, los corales sufrieron afectaciones por blanqueamiento 3 años consecutivos (2015-2016-2017), es motivo de gran inquietud ya que los debilita y compromete su futuro.
Se cuenta ahora con 47 áreas marinas protegidas en toda la región SAM, con una cobertura del 57% de los mares territoriales, pero solo el 3% del mar está completamente protegido de la pesca, en Zonas de Recuperación Pesquera (ZRP).
Las ZRP totalmente protegidas han demostrado que funcionan, con una duplicación de los peces comerciales (pargos y meros) en la última década. Algunas cooperativas de pesca y organizaciones promueven la implementación de más ZRP para el beneficio de las comunidades.
Se están poniendo a prueba nuevas intervenciones de gestión en colaboración con los socios de HRI para restaurar la herbivoría. Se requieren esfuerzos más fuertes para reducir la contaminación de nutrientes para combatir la proliferación de macroalgas.
La Directora HRI, Melanie McField del Instituto Smithsonian comentá «el mantener un monitoreo continuo y esfuerzos de manejo colaborativo de tantas organizaciones durante tantos años es un logro en sí, pero la mejora de la salud del arrecife demuestra nuestra capacidad en revertir la tendencia. Los arrecifes enfrentan amenazas cada vez más fuertes, necesitamos acciones de manejo más contundentes.»

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México muestra un aumento lento pero constante en la cobertura de coral desde 2005. La biomasa de peces comerciales, la más alta en la región ha fluctuado, pero en general aumentó en la última década. Se necesita una aplicación de las leyes sostenida y más zonas de recuperación para una pesca, comunidades y arrecifes más saludables. Las macroalgas carnosas siguen siendo un problema que se intensifica, con un crecimiento acelerado en los últimos dos años: sobrecrecen el coral e impiden que se desarrolle comprometiendo la salud del ecosistema. Se requiere proteger a los peces herbívoros (ej. el pez loro), aumentar las zonas de recuperación pesquera y mejorar el tratamiento de las aguas residuales.
En Belice, la biomasa de peces loro continúa aumentando (después de su protección) con la primera indicación de una ligera disminución en las macroalgas carnosas observadas este año. La cobertura de coral ha variado año tras año, pero ha aumentado en general desde 2006. La biomasa de peces comerciales ha fluctuado en la última década, pero en general ha aumentado. Como acción necesaria el documento propone aumentar las zonas de recuperación pesquera al 10% para 2018; prohibir las redes agalleras y las trampas para peces.
En Guatemala, la cobertura de coral es más alta y las macroalgas son más bajas, principalmente debido a la inclusión de nuevos arrecifes descubiertos que influyen en las tendencias. Con el tiempo y la aplicación de leyes, la regulación de 2015 que protege a los peces loro debería ayudar a revertir la disminución de los peces herbívoros. La biomasa de peces comerciales es la más baja en la región, con una disminución del 95% desde 2006. Acción necesaria: crear zonas de recuperación pesquera en los arrecifes, restringir las redes agalleras y la pesca de arrastre y reducir la contaminación especialmente en las cuencas hidrográficas.
En Honduras, la cobertura coralina relativamente alta se ha mantenido estable o ha aumentado en la última década. La biomasa de peces comerciales se ha mantenido constante, aunque el valor es pobre y se beneficiaría de más zonas de recuperación. A pesar de tener la mayor biomasa de peces herbívoros, las macroalgas carnosas siguen siendo las más altas de la región. El llamado es a reducir los contaminantes provenientes de la escorrentía terrestre, mejorar el tratamiento de aguas residuales y crear más zonas de recuperación pesquera.
En opinión de la Dra. Anastazia Banaszak de UNAM, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de Puerto Morelos, “nos debe de preocupar a todos que únicamente el 12% de los arrecifes de Quintana Roo estén en buen estado de salud. Los arrecifes saludables son el sustento económico de la mayoría de las familias viviendo en nuestro Estado. Tenemos mucho trabajo por delante y debemos hacer un esfuerzo enorme en mejorar el tratamiento de las aguas residuales para mejorar la calidad del agua que llega a los arrecifes. Además, tenemos que trabajar duro en reponer las poblaciones de peces y proteger legalmente los herbívoros.”
 

Descarga el Reporte 2018 (click sobre la imagen)

Alianza por el Turismo azul

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