Durante la pasada edición de ATMEX 2018 se realizaron diferentes recorridos de aventura para conocer los atractivos turísticos de Colima, el estado anfitrión. Con nuestro espíritu aventurero, decidimos vivir la experiencia de subir al volcán “Nevado de Colima”, cuya altura es de 4,260 metros sobre el nivel del mar. Este volcán inactivo es la séptima montaña más alta de México, y una de las principales atracciones del estado para visitantes nacionales e internacionales.
Nuestro recorrido partió desde el Hotel Misión rumbo a la comunidad “El Fresnito” para abordar allí un camioncito tipo safari, necesario para el camino de terracería que lleva a la entrada del Parque Nacional Volcán Nevado de Colima. Esta Área Natural Protegida fue decretada el 5 de septiembre de 1936 y tiene una superficie total de 9,375 hectáreas repartidas entre los estados de Jalisco y Colima.
Dentro de los ecosistemas más representativos que alberca este parque están el bosque de coníferas y el bosque mesófilo de montaña (también conocido como bosque de niebla), que se pueden observar a lo largo del recorrido en sus laderas cubiertas de árboles de pino, oyamel, encino, entre otras especies.
Llegando a la caseta del Parque Nacional pudimos observar el impresionante paisaje, a pesar de que era un día nublado. Este sitio es ideal para tomar fotografías, hacer una última parada al sanitario, y prepararte para continuar el ascenso. Continuamos nuestro recorrido en el vehículo 4×4 por un par de kilómetros más hasta la pluma, donde ya no está permitido el paso de vehículos.
Ya preparados para comenzar nuestra caminata de cuatro kilómetros cuesta arriba en terracería, nuestro guía nos informó sobre la importancia de la conservación de los bosques de este Parque Nacional.
Además de ser hábitat de especies como el lince, puma, ocelote, zorra gris, el venado cola blanca, el esparvero, el clarín jilguero, el chipe rojo (símbolo de este parque), entre otras más, son una de las principales fuentes de captación e infiltración de agua (pluvial y deshielo), que beneficia a las poblaciones de las partes bajas y facilita actividades productivas como la agricultura y la ganadería, mismas que han generado un alto impacto para el sitio.
Estas actividades han ejercido una fuerte presión sobre el territorio por deforestación derivada de la tala clandestina, por permisos de aprovechamiento injustificados, por incendios provocados para cambio de usos de suelo a pastizales ganaderos y cultivos (principalmente de aguacate), amenazando a una de las especies endémicas, el Oyamel de Colima (Abies Colimensis), por lo que se está proponiendo su inclusión en la lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, como especie en peligro de extinción.
Logramos llegar a la zona de las Atenas a una altura de 4,100 metros sobre el nivel del mar, pero las nubes, el frío y la lluvia que se avecinaba, nos impidieron ver el “Volcán de Fuego” y disfrutar más tiempo en el sitio, por lo que tuvimos que comenzar nuestro camino de regreso por un sendero rodeado de tundra alpina, donde los zacatonales y los musgos son las principales plantas, pues a esa altura no crecen los árboles.
La aventura se fue intensificando mientras seguíamos caminando en ascenso y la niebla comenzaba a descender, dificultando nuestra vista por lo que teníamos que caminar despacio para mantenernos cerca; pasando “el peligro” unos metros más abajo, atravesamos una zona de arenales donde nos pudimos deslizar para poder bajar más rápido, sin duda fue lo más divertido del recorrido. Continuamos bajando hasta llegar a la zona donde nos esperaba nuestro transporte tipo safari, pero no tuvimos tanta suerte de salvarnos de la lluvia, pues nos acompañó durante las últimas dos horas de camino en nuestro vehículo abierto para terminar de vivir una experiencia de aventura y ecoturismo guiados por touroperadora México Turístico EM1; gracias por esta gran experiencia.
Texto: Thalia Coria/ Sustentur
