Hoy, 6 de septiembre, celebramos el Día Mundial de las Aves Playeras con la intención de generar conciencia sobre la importancia de proteger sus rutas migratorias y sus hábitats.
Cada año durante el periodo de invierno, llegan a México distintas especies de aves playeras migratorias para unirse con las especies playeras residentes del país, en búsqueda de temperaturas adecuadas para su alimentación y reproducción. Cincuenta y dos especies distintas conviven durante el periodo invernal en las costas del país. Principalmente en la zona noroeste.
Una gran cantidad de aves playeras inician su viaje en estos primeros días de septiembre. Algunas viajando desde el círculo polar Ártico hasta llegar a costas mexicanas.

Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, más del 80% de las aves requieren de los humedales como principal ecosistema para encontrar abrigo, alimento, sitio de descanso y de reproducción.
La presencia de las aves playeras son un indicador de salud y conservación en un ecosistema. Por lo que la caída en la población genera mucha inquietud.

La observación de aves silvestres en libertad es uno de los principales atractivos naturales dentro de las actividades turísticas.
Una buena gestión y sistema de soporte adecuado, le permite consolidarse como una actividad ampliamente extendida.
Las aves son motivo de admiración para el turista que visita estos ecosistemas con el propósito de contemplación y aprendizaje.
Proteger la estancia de las aves playeras y conservar sus ecosistemas puede ir de la mano con una actividad turística recreativa y lucrativa, si esta está bien organizada y controlada.

Para mantener un balance sano entre turismo y conservación, es importante fortalecer las empresas turísticas locales que ofrecen servicios de observación de aves. Así como impulsar las actividades turísticas reguladas que se desarrollen a una distancia respetuosa de las aves y fomentar la certificación de empresas con un sello de ecoturismo que otorgue valor agregado a sus servicios.
Según la Unión Mundial para la Naturaleza, el turismo ornitológico o birdwatching promueve la conservación de los hábitats y paisajes, estimula la protección jurídica y favorece la participación socioeconómica de las comunidades locales, apoyando los esfuerzos locales de conservación y dotando de beneficios a estas comunidades. Además de dotar al turista de una experiencia natural de contemplación en ambientes naturales.
Es necesario monitorear a largo plazo los impactos del turismo en las aves playeras. Para posteriormente aplicar un plan de manejo adaptativo, para lograr sustentabilidad turística en áreas protegidas.
México desempeña un papel importante en la migración internacional de aves playeras. Existen 28 puntos de prioridad y se distribuyen entre la zona del Pacífico, la costa de Golfo y el Altiplano Norte y Central. (CONABIO Biodiversitas 121:6-11)
Algunos de estos son:
Bahía de Santa María, Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, Bahía de Tóbari, Bahía de Todos Santos, Bahía Magdalena, Complejo Lagunar Ojo de Liebre-Guerrero Negro, Complejo Lagunar San Quintín, Complejo San Ignacio, Ensenada de la Paz, Ensenada de Pabellones, Lago de Cuitzeo, Laguna Madre, Lago Texcoco, Llano de la Soledad , Marismas Nacionales, Pastizales de Janos y Ascensión, Playa Ceuta, Sistema Lagunar Huizache-Caimanero. (Western Hemisphere Shorebird Reserve Network)
Aquí puedes consultar el Catálogo de Aves Playeras del Noroeste de México.
