Cancún, QRoo.- Sobre la carretera que comunica a Cancún con Puerto Morelos, la señalización anuncia la entrada al hotel Moon Palace, la propiedad más importante de Palace Resorts, marca nacida hace 30 años en el Caribe Mexicano.
La primera vista es una carretera rodeada por abundante vegetación y varios letreros con imágenes de una iguana o un coatí; una invitación a reducir la velocidad y evitar dañar la fauna silvestre.
La vía conduce a las áreas de alojamiento y entretenimiento para huéspedes, ubicadas a lo largo de la costa caribeña, delimitadas por una espesa selva nativa; lo que muchos huéspedes e incluso habitantes locales desconocen, es que esa mancha verde es un Área Natural Protegida de 315 hectáreas, certificada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) como “Reserva Privada Moon Palace”.
¿Un Área Natural Protegida dentro de un hotel? Así es. La figura legal no es una novedad, pero resulta poco frecuente en Quintana Roo, de allí el valor de la iniciativa tomada por la marca Palace Resorts.
El proceso aprobado y apoyado por la directiva del grupo hotelero forma parte de las 52 acciones ambientales desarrolladas desde la Gerencia Ambiental por el biólogo Antonio Ortiz y su equipo.
¿De dónde trajeron a los cocodrilos?
La pregunta es hecha con frecuencia por los huéspedes, desconocedores de la biodiversidad de Quintana Roo. Los cocodrilos nacen en la reserva que también es hogar de 133 especies de aves y 14 especies de mamíferos. Los datos son resultado de un monitoreo que comenzó en 2009, y que sirvió de antecedente para lograr la certificación como ANP en 2013.
El monitoreo fue clave para ubicar los sitios de anidación de cocodrilos. “La población de cocodrilos es de entre 56 y 60 individuos en etapa adulta, 60% hembras. Por el avistamiento de crías sabemos que hay sitios de anidación estable; si bien no interferimos con la anidación, creemos que el porcentaje de eclosión de huevos es alto”, comenta el biólogo Carlos Zapata quien guía al equipo de Sustentur en un recorrido al interior de la reserva.
“Cuando iniciamos el monitoreo no esperábamos encontrar tal diversidad de especies. Hoy tenemos registradas 133 especies de aves, 30% migratorias, y entre 10 y 12 % de especies en peligro de extinción”, agrega.
En cuanto a aves, a lo largo del año es posible ver aves rapaces como el halcón peregrino o el águila pescadora, así como aves acuáticas; su presencia representa un buen indicador. Comenta que a través de cámaras trampa ubicadas en diferentes puntos de la selva, lograron detectar la presencia de un puma. Zapata destaca por igual la presencia de mamíferos ,entre estos venados, puercoespín, osos hormiguero, mono araña, coatíes, tejones, armadillos, ardillas, tlacuache de cuatro ojos, entre otros.
Colindante con el Parque Nacional Manglares de Nichupté, la Reserva Privada Moon Palace muestra zonas de selva alta, mediana y bosque de manglar. A la par de las pautas que establece la “Estrategia de Manejo”, para la adecuada conservación del área, el equipo ambiental busca dar un paso más. Ese paso tiene el objetivo de determinar la tasa de secuestro de carbono en el área y a partir de esos datos, dar un mayor valor ambiental a la zona.


Tal como lo establece la “Estrategia de Manejo”, la reserva deberá permanecer libre de aprovechamiento turístico durante 15 años, a partir de la certificación otorgada en 2013. (Texto: Ángela Paredes/ Fotos: Cortesía Palace Resorts)