Una de las preguntas que regularmente nos hacen clientes, aliados, estudiantes de nuestros cursos y demás profesionales del turismo en México, está relacionada a cuál es el término correcto entre turismo sustentable y sostenible, cuando hablamos de un turismo en armonía con la naturaleza, que respeta la autenticidad de las comunidades y genera actividades económicas a largo plazo y bien distribuidas.
La confusión, que probablemente también se da en otros países de habla hispana, sucede porque es común que leamos ambos términos de forma continua; en nuestro país la Constitución y legislación y demás programas públicos se refieren al término sustentable, pero la mayoría de las referencias internacionales en habla hispana (incluidas las de Naciones Unidas) usan sostenible.
Después de mucho leer, indagar, preguntar, investigar, he de decirles que quienes se enfrascan en discusiones conceptuales, utilizando ambos conceptos como espadas, poco han profundizado en el origen.
Es complicado llegar a una conclusión sobre qué término usar; aquí se pretende dar una opinión basada en ciertas reflexiones, pero también se busca aportar elementos para que cada lector pueda sacar su propia conclusión.
Las bases de sustentabilidad y sostenibilidad
Ambos conceptos (sustentar y sostener) tienen la misma raíz etimológica: vienen del latín sustinere que significa: sujetar desde abajo, soportar, sostener y aguantar; si pensamos en materia de turismo, entonces estamos hablando de una actividad que debe tener unas bases sólidas.
Las definiciones de la real Academia de la Lengua pueden dar algo de luz al respecto de las diferencias entre cada término:
- Sustentable: que se puede sustentar (conservar, sostener, apoyar) o defender con razones.
- Sostenible: que se puede mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.
Aunque cuando vamos a los verbos sustentar y sostener, la RAE los usa como sinónimos.
Pero si vamos a las definiciones y conceptos globales, la cosa se pone buena; seguramente han escuchado que el primer documento donde se conceptualiza el desarrollo sostenible es el Informe “Nuestro Futuro Común”, publicado por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Naciones Unidas; el documento, en inglés, en su Capitulo 3, acuña el concepto “Sustainable Development”.
Pero, en el documento oficial en español, y ahí es donde viene una reflexión interesante, el Capítulo 3 se titula “hacia un desarrollo duradero” (no sostenible ni sustentable) y define este como:

- El concepto de “necesidades”, en particular las necesidades esenciales de los pobres, a las que se debería otorgar prioridad preponderante.
- La idea de limitaciones impuestas por la capacidad del medio ambiente para satisfacer las necesidades presentes y futuras.
Esta reflexión refuerza una idea que yo había escuchado en diversos foros y de algunos analistas de que en realidad debemos estar hablando de un desarrollo duradero, no sustentable ni sostenible; en el mismo documento, en su versión en francés, el término que se utiliza es “développement durable”, que traducido al español significa también desarrollo duradero.
¿De dónde viene entonces esta idea de usar sostenible?
En el documento antes citado, se usa la palabra sostenible varias veces, para referirse a distintos temas: se habla del principio del “óptimo rendimiento sostenible en la utilización de los recursos naturales”, de que se requiere una “nueva era de un crecimiento que sea poderoso a la par que sostenible social y medioambientalmente”, y de temas como la agricultura comercial a gran escala que puede traer beneficios directos rápidamente, pero sería insostenible a la larga.
Pero más allá de eso, hoy utilizamos ambos términos y es importante saber si hay alguna diferencia: la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ya abordaba el tema: en su documento “La dinámica del desarrollo sustentable y sostenible”; menciona que el desarrollo sustentable, si se mantiene en el tiempo, se vuelve sostenible, es decir, da al primero un sentido de acción actual que permite sentar las bases, y al segundo un sentido de largo plazo y permanencia en el tiempo.
También existen reflexiones acerca de los tipos de intervención en el desarrollo: se argumenta que cuando hablamos de sustentabilidad hablamos de algo endógeno, es decir, acciones que se dan en el interior de una organización o empresa, mientras que sostenible hace referencia a acciones exógenas, es decir, que se deben o dependen de causas externas.
En México el término utilizado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes y programas, es sustentable.
Como comentábamos, en México el termino utilizado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes y programas es sustentable. En general, cuando desarrollamos Planes o Programas de carácter federal, estatal o municipal, y queremos que exista congruencia y alineación a dichos instrumentos de política pública, se recomienda usar sustentable.
En nuestra experiencia de más de 20 años de trabajar en el tema, lo importante no es centrarse en las discusiones acerca de si un concepto es bien utilizado o no, sino que realmente nos comprometamos a seguir los principios para tener un mejor turismo. Y si, en términos prácticos es posible y bien visto hablar de turismo sustentable y sostenible como símil.
En Sustentur, nos gusta mucho seguir la definición que, en 2005, acuñan la Organización Mundial del turismo y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en el documento Making Tourism More Sustainable, A Guide for Policy Makers, ya que integra distintos elementos que, de tenerlos, nos llevan a hacer un turismo realmente comprometido con las personas, con los recursos y con el largo plazo.
Aquí la reproducimos, esperando les sirva como marco de referencia para sus acciones:
Las directrices para el desarrollo sostenible del turismo y las prácticas de gestión sostenible son aplicables a:
- Todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos.
- Incluidos el turismo de masas y los diversos segmentos turísticos.
Los principios de sostenibilidad se refieren a los aspectos ambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico, habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
El turismo sustentable debe:
Dar un uso óptimo a los recursos ambientales que son un elemento fundamental del desarrollo turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.
- Respetar la autenticidad sociocultural de las comunidades anfitrionas, conservar sus activos culturales arquitectónicos y vivos y sus valores tradicionales, y contribuir al entendimiento y a la tolerancia interculturales.
- Asegurar unas actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes unos beneficios socioeconómicos bien distribuidos, entre los que se cuenten oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, y que contribuyan a la reducción de la pobreza.
El desarrollo sostenible del turismo exige:
- La participación informada de todos los agentes relevantes
- Liderazgo político firme para lograr una colaboración amplia y establecer un consenso.
- El logro de un turismo sostenible es un proceso continuo y requiere un seguimiento constante de los impactos, para introducir las medidas preventivas o correctivas que resulten necesarias.
- El turismo sostenible debe reportar también un alto grado de satisfacción a los turistas y representar para ellos una experiencia significativa, que los haga más conscientes de los problemas de la sostenibilidad y fomente en ellos unas prácticas turísticas sostenibles.
Gráficamente, los componentes de un turismo sustentable y sostenible son:
