“Si el sector turístico quiere proteger sus negocios debe adaptarse al cambio climático, debe tomar al toro por los cuernos y hacerle frente a este desafío global”, nos dice Thomas Schneider, director de ADAPTUR, proyecto implementado este año por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) en tres regiones del territorio mexicano.
Conoce más del proyecto en esta entrevista realizada por Rosi Amerena para Sustentur
– ¿Qué es el proyecto ADAPTUR?
ADAPTUR es un proyecto financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Protección de Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB) y forma parte de la Iniciativa Internacional de Cambio Climático (IKI). El proyecto es implementado por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ), la Secretaría de Turismo (SECTUR) a través de la Dirección General de Ordenamiento Turístico Sustentable (DGOTS), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) a través de la Dirección General de Políticas para el Cambio Climático (DGPCC), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
El objetivo de ADAPTUR es apoyar al sector turístico para adaptarse al cambio climático; queremos reducir el riesgo para el negocio de las empresas turísticas, proteger sus activos naturales, como las playas, arrecifes, selvas, biodiversidad, y los servicios que brindan los ecosistemas como suministro de agua, reducción de los efectos del gas invernadero ocasionados por uso de energías tradicionales, protección contra huracanes, inundaciones, corrientes de terreno, etcétera.
Nos enfocamos en la adaptación basada en ecosistemas; es decir, el pensar en la naturaleza como medio de adecuación al cambio climático en el turismo. La mayor parte de las personas piensan en infraestructura al escuchar sobre este concepto, cuando el mayor purificador de aire, por nombrar solo un ejemplo, se encuentra en los jardines, en los bosques y en las selvas.
– ¿En qué regiones se desarrolla el proyecto ADAPTUR?
Las regiones pilotos donde se lleva a cabo son la Riviera Maya, Riviera Nayarit / Jalisco y San Miguel de Allende. La selección de los destinos se logró gracias a diferentes criterios de vulnerabilidad económica, social y ambiental, y proyección de resultados. La seguridad también fue un elemento determinante. Es importante decir que la GIZ solo facilita las decisiones, las contrapartes tuvieron la última palabra.
– ¿Cómo apoya ADAPTUR a las contrapartes mexicanas?
El primer paso es entender cómo el cambio climático afecta a los negocios de una región. El segundo paso es discutir y evaluar diferentes opciones de adaptación. Recomendamos un diálogo bajo el esquema de Cooperación Pública-Privada. La participación de todos los actores del sector turístico (empresas, operadores, asociaciones, planificadores, etc.) y del sector civil (ONGs, comunidades, universidades, etc.) es importante para desarrollar soluciones y medidas compartidas de todos los involucrados en la región.
Para este proceso ofrecemos asistencia técnica, el acceso a know-how y expertos internacionales en el tema. Tenemos fondos para capacitar y entrenar a 300 personas en el sector turístico y vamos a ubicar a un Asesor Técnico en cada una de las 3 regiones. También ofrecemos un intercambio entre otros países en América Latina para compartir soluciones que funcionan bien. En Cartagena, Colombia, existe un proyecto de adaptación de la GIZ que es muy exitoso. Se trata de un fondo del sector privado para el buen manejo de las cuencas de agua cerca de Cartagena. A largo plazo la idea es facilitar un intercambio entre países, para ver si lo que funcionó en Colombia puede funcionar en México.
– ¿Nos puedes dar ejemplos afectación en estas regiones?
En algunas regiones existe el problema de la pérdida de playas. Se han realizado proyectos para recuperarlas y años más tarde se deterioran de nuevo. La falta de vegetación en las playas también ocasiona su pérdida. Lo que se necesita es una estrategia. Como GIZ tenemos acceso a expertos de todo el mundo en ésta y otras áreas. Se podría averiguar si hay opciones para manejar esta problemática a largo plazo.
– ¿Por qué el sector turístico tiene que adaptarse al cambio climático?
La mayoría de los turistas vienen a México a visitar sus playas, arrecifes o para apreciar la biodiversidad marina, como las ballenas en la Riviera Nayarit. Llegan para disfrutar rutas de senderismo en las montañas y para descubrir la maravillosa naturaleza y los sitios arqueológicos. Todas estas atracciones son vulnerables al cambio climático. Si se daña la naturaleza disminuiría el atractivo de México como destino turístico en el mercado global. Como consecuencia, México perdería visitantes frente a países vecinos que tienen más capacidad de adaptarse a los efectos del cambio climático.
– ¿Lo anterior es solo un escenario para el futuro?
Actualmente experimentamos eventos temporales extremos, como huracanes, que son una consecuencia del cambio climático. Éstos afectan directamente a la infraestructura turística y los costos de reconstrucción han aumentado significativamente en los últimos años. Entre el año 2000 y 2015, según datos del “Impacto Socioeconómico de Desastres 2000 a 2015”, elaborado por la Subdirección de Estudios Económicos y Sociales de la Dirección de Análisis y Gestión de Riesgo de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), se han registrado pérdidas económicas de aproximadamente $150,675 millones de pesos causadas por huracanes.
Curiosamente la naturaleza nos brinda muy buenas soluciones contra condiciones meteorológicas extremas. Manglares y arrecifes nos protegen de los huracanes y mareas. Cuencas de drenaje captan el agua de las inundaciones. Las selvas y su vegetación no solo almacenan dióxido de carbono y limpian el agua para beber, también remedian corrientes de terreno y evitan la degradación de la tierra, que también es importante para los sitios arqueológicos. Pero si continuamos reemplazando los ecosistemas por infraestructura turística, nos hacemos aún más vulnerables a los efectos del cambio climático.
El cambio climático también afecta al suministro de agua, especialmente en zonas secas. Por ello el precio del agua va a aumentar. En casos extremos un destino podría enfrentarse a una crisis de agua como está sucediendo actualmente en la Ciudad del Cabo, Sudáfrica, que tuvo que restringir el consumo de agua a 25 litros por persona. Eso también afectó a los 400,000 turistas que estaban de vacaciones en la ciudad.
– ¿Existen datos sobre la dimensión del daño?
Se estima que tan solo entre los años 2000 y 2014 el sector turístico en México ha sufrido una pérdida anual por daños climáticos de 1,4 hasta 14,700 billones de dólares según estudios de vulnerabilidad climática de SECTUR. Eso presenta 30% más que en los 20 años anteriores. Para los diferentes destinos en México todavía no tenemos esa información. Pero sería recomendable analizar la vulnerabilidad económica para cada destino y comparar el costo-beneficio de diferentes opciones para disminuir el riesgo. El proyecto ADAPTUR ofrece asistencia para estos temas.
-Muchas personas creen que el Gobierno es el encargado de solucionar estos problemas, ¿qué opina usted?
Atribuir la responsabilidad solamente al gobierno no va a solucionar los problemas. Además, el gobierno mexicano ya se comprometió a tomar medidas pero no puede hacerlo solo. Se necesita la participación y el esfuerzo de todos. La adaptación al cambio climático es un viaje largo, afecta a todos y necesita el respaldo colectivo.
– ¿Qué pasa si el sector privado no quiere adaptarse?
Los que decidan no adaptarse a un nuevo contexto van a perder su competitividad frente a los que tienen más capacidad y están abiertos a la adecuación.
– ¿Cuál es el reto más grande para el proyecto ADAPTUR?
Normalmente al ser humano le incomoda el cambio y la adaptación por el esfuerzo que representa. También hay una tendencia de enfocarse más en ganancias a corto plazo sin considerar los efectos a largo plazo. Necesitamos líderes sabios y agentes de cambio que compartan la convicción que tenemos de hacer las cosas un poquito diferente.
– ¿Cuáles son los primeros pasos que dará el proyecto ADAPTUR?
El primer paso es entender cómo el cambio climático afecta a los negocios de una región y el segundo paso es fortalecer las capacidades de todos los involucrados. Para los negocios turísticos, ADAPTUR ofrece una oportunidad para reducir pérdidas económicas; los efectos del cambio climático ponen en riesgo sus modelos de negocios. El activo debe de ser conservarlos, protegerlos y ajustarlos. El objetivo es hacer nuevos planteamientos para mantener el atractivo turístico. A veces quizás no habrá solución, como en el caso de los arrecifes. Probablemente el buceo ya no sea una oferta turística en 20 años y para ello habrá que adaptarse.