En los últimos años, el mercado gastronómico mundial ha experimentado un crecimiento significativo a raíz del aumento de la demanda de experiencias únicas y auténticas por parte de los turistas. La OMT y el BCC han elaborado esta nueva herramienta, con objeto de ayudar a los destinos a sacar partido de esta tendencia.
La iniciativa pretende empoderar a los destinos turísticos, facilitándoles los conocimientos necesarios e indicándoles los procesos adecuados para la preparación y aplicación de un plan de turismo gastronómico. La adopción de un plan de esa índole permitirá a ciudades y regiones aprovechar los numerosos beneficios vinculados al turismo gastronómico. Además de contribuir a la creación y mejora del empleo, el plan también servirá de catalizador en aras de la innovación y el emprendimiento.
En la alocución que dirigió a los delegados presentes en el Foro Mundial de Turismo Gastronómico, el Secretario General de la OMT, Zurab Pololikashvili, dijo: «El amplio alcance del turismo gastronómico lo convierte en aliado para la creación de empleo y la inclusión social. Encierra un gran potencial para empoderar económicamente a los grupos más vulnerables, como las mujeres, los jóvenes y las comunidades rurales e indígenas».
En las Directrices para el desarrollo del turismo gastronómico se incluyen tanto recomendaciones sobre aspectos de planificación y gestión, como posibles intervenciones y actuaciones por parte de las administraciones nacionales de turismo (ANT), las organizaciones nacionales de turismo (ONT) y las organizaciones de gestión de destinos turísticos (OGD).
En esta publicación se abordan, entre otros temas, el fomento de la cadena de valor, el desarrollo de la educación y las capacidades, el análisis de la competencia, la imagen del destino, y la gestión y los mecanismos de control y supervisión.
