Actividades productivas en comunidades, una oportunidad para el turismo: Pedro Álvarez Icaza - SUSTENTUR

Actividades productivas en comunidades, una oportunidad para el turismo: Pedro Álvarez Icaza

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Como Coordinador General de Corredores y Recursos Biológicos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), y experto en política ambiental y gestión de recursos naturales, Pedro Álvarez Icaza ha enfocado su carrera desde hace más de 30 años en diseñar políticas públicas para brindar beneficios económicos a las comunidades mexicanas.
En encuentro con Sustentur nos platica sobre los avances y retos de los proyectos productivos impulsados por la Comisión en varios estados de México.
¿Cuáles son las barreras y oportunidades de consolidación del turismo sustentable en México?
El turismo sustentable, en primer lugar, es un área de oportunidad para el desarrollo rural de nuestro país, para sus poblados y comunidades. Este tipo de turismo tiene el potencial de convertirse en un resguardo que reconoce el valor de la biodiversidad y los recursos naturales de México, mientras se convierte en un complemento a la economía familiar de las comunidades. El contacto con la naturaleza es muy atractivo y las actividades turísticas responsables, como el observar y aprender a identificar huellas de mamíferos, reptiles, plantas y una amplia diversidad de aves, puede ayudar a conservar las áreas naturales. Como turista responsable, además, se pueden conocer los paisajes extraordinarios de nuestro país como selvas y bosques. Las actividades productivas que se realizan en las comunidades representan también una gran área de oportunidad con un amplio potencial turístico. El café o la miel, por nombrar solo algunos, son excelentes productos orgánicos que se producen en zonas de nuestro país. Realizar una visita a sus espacios de producción no solo es una experiencia gastronómica sino una vivencia muy educativa.
 

«El turismo sustentable, en primer lugar, es un área de oportunidad para el desarrollo rural de nuestro país, para sus poblados y comunidades», Pedro Álvarez Icaza.

 
¿Qué es y cómo ha avanzado el programa de Sistemas Productivos Sostenibles y Biodiversidad de la CONABIO?
Es un conjunto de actividades desarrolladas en el medio rural para obtener bienes o servicios con la intención de comercializarlos cuidando el patrimonio natural. El proyecto surgió gracias a 27 cabezas productivas, les llamamos asociaciones de productores, de las cuales ocho son proyectos de ecoturismo que se encuentran en la Sierra Juárez y Sierra Sur de Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo; estados que se encuentran dentro del Corredor Biológico Mesoamericano. En estos proyectos existen productos asociados como el café y la miel, entre muchos otros. Primero hicimos alianzas con empresas turísticas campesinas para crear redes y circuitos, donde cada uno tiene una oferta diferente. Llevamos varios años incorporando la práctica del turismo de naturaleza; incluyendo las cadenas de valor que se encuentran lejos de los grandes desarrollos hoteleros para voltear los ojos del mercado hacia esta nueva perspectiva. En la Reserva de Sian Ka´an, Quintana Roo, existía una red de turismo y logramos que ésta se asociara con la red que ayudó a formar la CONABIO que comprende 18 proyectos turísticos. También ayudamos a desarrollar una cadena de proyectos en Huatulco y la Sierra Juárez; les ofrecemos información a las comunidades para acompañarlos a desarrollar los proyectos.
¿Qué retos enfrenta el programa?
Un reto que hemos enfrentado al desarrollar los proyectos es la comunicación, es decir, el cómo dar a conocer lo que hacen y ofrecen las comunidades. A través de la difusión en redes sociales e internet pensamos que podíamos resolver esta necesidad, pero nos dimos cuenta que los proyectos que difundíamos aun no estaban maduros, les faltaba preparación, aspectos gerenciales, administrativos, señalización, etcétera, y los turistas pueden convertirse en los peores críticos si tienen una mala experiencia en una visita. Por eso, primero necesitamos fortalecer las capacidades de cada proyecto. Hace poco le pedimos a un consultor que visitara todos los proyectos para tener una visión objetiva. Descubrimos varios aspectos que podemos ayudar a fortalecer. Nos dimos cuenta, también, que algunos proyectos comunitarios se vuelven “familiares”, donde solo existe un par de familias involucradas, un reto que debemos enfrentar. Lo que buscamos es que los proyectos sean comunitarios, como lo son en la Sierra Juárez, Sierra Sur de Oaxaca y Selva Lacandona. Me parece que todavía hay mucho por hacer en el tema de capacitación turística, hemos logrado dar a conocer muchos sitios pero aun no me siento satisfecho con el tipo de turismo de naturaleza que estamos ofreciendo y al que podemos aspirar. Este 2017, catalogado como el Año de Turismo Sustentable para el Desarrollo, no ha sido tan exitoso como habíamos pensado.
¿Qué se puede hacer para mejorar la comunicación en los p royectos comunitarios, qué planes tiene la CONABIO?
Pensábamos que los proyectos de ecoturismo, uno de los sistemas productivos sostenibles, debían venderse solos, que las comunidades tenían que hacer el esfuerzo y trabajo para promoverse ellas mismas, pero no logramos lo que esperábamos. Ahora nos damos cuenta que tenemos que usar la fuerza de la CONABIO para visibilizarlos. Éste ha sido nuestro aprendizaje. Me gustaría poner como ejemplo el proyecto Salva-Lacandona, el cual fue impulsado por ciclistas de alto rendimiento y por la CONABIO. Al principio tenía muchas dudas de cómo iba a ser recibido por los Caracoles, los municipios autónomos de los Grupos Zapatistas, pero fue bienvenido gracias a la nobleza del proyecto y el bajo impacto ambiental para las comunidades. Los Caracoles incluso ayudaban en el camino y vigilaban la ruta. Hicimos el proyecto durante cinco años, subsidiamos la mitad durante un tiempo y la otra mitad se vendía como boletos para realizar la ruta. Se abrió un espacio comunitario muy bonito para trabajar de cerca con las comunidades zapatistas, pero la empresa que contratamos para que retomara el proyecto no lo ha hecho. Ahora tenemos una agencia que está siguiendo el proceso. Todavía no puedo decir si se van a construir otros proyectos, pero iremos por el tema de fortalecer las capacidades, temas administrativos, redes turísticas, calidad para recibir al huésped.
¿Nos puedes platicar sobre el monitoreo del proyecto de sistemas productivos sostenibles y biodiversidad?
Nuestro objetivo es promover modelos de gestión del territorio en corredores biológicos e incidir en las políticas públicas para que se conserve la biodiversidad y se apoye a las comunidades. De esta manera podemos potenciar la apropiación colectiva de la biodiversidad. El objetivo es contar con un sistema eficiente de evaluación para medir el impacto de la gestión territorial. La CONABIO quiere fortalecer la gobernanza local y consolidar instituciones comunitarias en el territorio a través de productos como el café o actividades como ecoturismo. Buscamos mejorar las capacidades productivas de los productores; promover cadenas de valor locales y regionales para que el mercado reconozca esta cadena de valor. Si consumiéramos, por ejemplo, más miel orgánica reduciríamos el impacto del cambio climático.
¿Qué avances y retos existen actualmente en la comercialización de productos sustentables?
Una forma muy sencilla de apoyar a las comunidades de nuestro país que producen productos sustentables es haciendo un vínculo directo entre el consumidor y el productor. Como un asunto de congruencia, si tan solo la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), CONAFOR (Comisión Nacional Forestal) y CONANP (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas) compraran el café que se produce en las comunidades rurales para consumirlo en sus oficinas, como lo hacemos en la CONABIO, la economía de éstas estaría asegurada cada año. En la SEMARNAT lo intenté cuando sus oficinas estaban en el sur de la ciudad para distribuir el café por medio de Ecobicis. En la COP13 de Biodiversidad, que se llevó a cabo en Cancún el año pasado, la CONABIO tuvo un espacio de venta muy exitoso de café orgánico y delicioso de Oaxaca. Invertí casi un año tratando de que el Hotel Moon Palace, donde se llevó a cabo el evento, comprara el café de los productores de este país para la COP13 y fue una pesadilla cósmica. Logré que este café fuera el que se diera a los delegados durante los tres días que duró la conferencia mundial, pero no lo logramos con el que se vendía dentro de las cafeterías del Moon Palace porque se molía el café de manera diferente a como lo hacían los productores. Este sencillo paso de comunicación no lo pudimos dar. Incluso en la conferencia que ofrecí en la COP13 hablé de ello y a cambio gané que el Moon Palace incluyera a los productores de café en su lista de proveedores.
¿En el Marco Decenal de Programas sobre consumo y producción sostenibles se incluyen las compras sustentables de gobierno?
En la SEMARNAT ya existe un grupo que está revisando las compras de gobierno. Las compras públicas y privadas tienen que ser sustentables, esto no quiere decir que sean más económicas, pero es un paso necesario. Es un nicho importante para que los productos comunitarios tengan un mercado asegurado. La Universidad Iberoamericana, por ejemplo, ya cuenta con un programa de apoyo al café orgánico de México; consumen un café que se produce en Puebla. Últimamente he impartido tres conferencias para hablar de este tema, para vincular a los productores de café con universidades privadas y públicas. En el Parque Xcaret, hicimos una feria donde invitamos a productores e hicimos una mesa de negocio con compradores de Quintana Roo. También ofrecí una conferencia donde hablamos de comercio y medio ambiente para armar empresas de gestión de productos comunitarios en universidades, el objetivo fue encontrar jóvenes interesados en desarrollar nuevas empresas. En la tercera conferencia que impartí en el Tecnológico de Monterrey, hablamos de armar proyectos asociados. Gracias a ello, jóvenes empresarios ayudaron a fortalecer las capacidades de empresas comunitarias del sureste del país y Oaxaca.
 
Entrevista realizada por Rosi Amerena para Sustentur
 
 

Alianza por el Turismo azul

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